EL RESPETO SE GANA? O SE EXIGE?
- Janah Urrea
- 20 mar 2022
- 2 Min. de lectura
Estaba buscando una frase para un post sobre EL RESPETO, y la verdad, me dió mucha curiosidad las frases que encontré y de las que muchos se abanderan y comparten a diestra y siniestra... frases como: "el respeto debe ganarse" o "respeta si quieres que te respeten". Crees que estas afirmaciones enmarcan una verdad absoluta?
En mi rol de mamá, y dado que mi trabajo está enfocado en los niños, me toca ser un poco más observadora y crítica con cada idea o explicación que le doy a mis hijos y del mismo modo, cuando estamos preparando material para desarrollar con nuestros niños. Y es que cuando cuando le transmitimos a nuestros niños ideas como "el respeto debe ganarse", en realidad lo que estamos plantando en sus mentecitas es el concepto errado de que no todo mundo merece respeto y que este se da de acuerdo a ciertas acciones o comprtamientos. Pero existe una derivada de ese "ganarse el respeto" que generalmente no se contempla, y es lo que estamos diciendo de aquellos que no son respetados... acaso (de forma indirecta) los estamos culpando de lo que sufren?
Para hacerlo más claro, voy a darles una serie de ejemplos y cuestionamientos:
acaso un niño (pido al cielo que ni los míos ni los tuyos) al que le roban su lonchera, al que agreden, del que se burlan... debe ganarse el respeto? Si la respuesta es sí, cómo debería hacerlo? acaso agrediendo a su agresor?
O hablemos de una realidad que se vive día a día en las aulas de clase: un profesor, el cual dedica parte de su tiempo libre para preparar una clase e impartir conocimiento a sus alumnos, llega a clase y sus alumnos son indisciplinados, no hacen caso a llamados de atención, se burlan e incluso se le enfrentan... el profesor debe ganarse el respeto?
Hoy en día pareciera que el respeto es como un objeto que se da y quita a voluntad, o simplemente un deseo... un "si me da la gana". Hoy en día es triste ver cómo se permite el elegir si respetamos o no al otro, y es algo en lo que estamos fallando como sociedad, y desafortunadamene es algo que inicia en nuestros hogares; y no hablo solo de poner límites y que nos reconozcan como autoridad... Parece que muchos padres ignoran el poder de influencia que tienen sobre sus hijos, en la forma en la que se expresan y comportan, en la forma en la que se relacionan con los demás, y finalmente, en el tipo de adultos que serán.
El respeto es la base más sólida de la moral y la piedra angular de la convivencia. Y aunque es frecuente el decir o pensar que el respeto debe ganarse, en realidad cuando hablamos de respeto, hablamos de puros derechos humanos, y cada persona es acreedora a ellos por su propia condición de persona. Así que no hay nada que ganarse, que pactar o algo de lo que tenga que convencer a nadie si se es merecedor o no de recibir respeto y mucho menos que el recibirlo esté sujeto a el capricho o la voluntad de nadie.
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